domingo, 2 de enero de 2011

Cloud Computing: ¿Estamos considerando los riesgos?



Hoy en día se escribe y se comenta mucho sobre la nube. Me parece que en el futuro se seguirá hablando aun más. Es un concepto de moda donde se mencionan bastante los términos flexibilidad, escalabilidad, ilimitaciones geográficas, etc. Otros comentan sobre estrategias de costos o, menos frecuentemente sobre la resiliencia de los negocios, pero tenemos a los aun grandes olvidados (salvo algunas mínimas excepciones), la seguridad y el cumplimiento regulatorio; que son los aspectos que pasan desapercibidos por norma general, en la mayoría de las discusiones sobre tecnología y que tampoco son la excepción al hablar de la nube. Si no consideramos estos aspectos, casi siempre olvidados, podría ser que en nuestras organizaciones, a la nube la acompañen tormentas.


El tratar de definir el concepto, ya es de por si tener una nube en la mente. En la actualidad tenemos un aluvión de terminología “computing”, “as a service” y otros: Grid computing, clústeres, fabric computing, volunteer computing,  SaaS, IaaS, PaaS, TaaS, SOA, etc. Obviamente, no nos debe sorprender la unión de las dos palabras (cloud, computing); pero al conceptualizarlo, finalmente más de uno tiene una idea particular de lo que comprende Cloud computing, muchos aciertan, pero otros se equivocan escandalosamente o simplifican en exceso la idea y consideran que la nube es contar con un sistema operativo distribuido en porciones por los cinco continentes al que se accede desde una portátil. Ese escenario no es Cloud computing. Evitemos ser simples al pensar en este tipo de modelos. Cloud computing es una forma de otorgar servicios basados en tecnologías de la información, usualmente a través de redes, sean por Internet o no, y habitualmente sometidos a criterios contractuales. Recomendaría no propagar abstracciones simplistas al conceptualizar Cloud computing.

Otros consideran que la nube lo revolucionará absolutamente todo; pero, es importante desterrar este mito porque hoy en día existen servicios que por su criticidad o complejidad no pueden ser transportados a la nube, y no tenemos la seguridad de que algún día sea rentable hacerlo. Obviamente, siempre existirán restricciones para que la nube sea un modelo de éxito, ya que existirán negocios limitados por costos, seguridad, cumplimiento, calidad, etc.  Respecto a la seguridad, existe el riesgo de alta dependencia tecnológica  en este servicio y cada eslabón puede ser un punto de falla. Aunque cabe la posibilidad de ser tercerizado,  la seguridad demanda que al menos retengamos un componente, y ese no es otro que el control. Aunque el proveedor tenga tokens, firewalls, IDS, IPS, etc., debemos seguir manteniendo el control.